Augusto César Sandino fue un revolucionario nicaragüense que hizo una importante contribución práctica y filosófica al concepto de la dignidad y derechos humanos en Latinoamérica. (...) Podemos decir que su concepción era distintiva. Opuesta a la idea de los derechos humanos provenientes de las teorías europeas del Contrato social y la Ilustración, Sandino buscó basar su concepción en una percepción espiritualista de la naturaleza humana. Sandino derivó su comprensión de la teosofía y, posiblemente, de sus propias raíces indígenas o nativas, modificadas por la religión católica.
Obra doctoral del autor, es un texto que nos introduce en un ángulo pocas veces llevado al papel, es un discurso muy bien pensado para decirles a los lectores que se olviden de las diferencias aparentes o superficiales de todo ente, sistema o postulado, y dirijan, en cambio, su visión hacia las profundidades de los derechos humanos y logren así visualizar lo que existe de común entre las culturas. De tal manera, González Irago, de la mano de los principales postulados de Sandino, nos introduce en una óptica, la de Sandino, respecto de los Derechos Humanos y la forma tan original y socialista que tenía este prócer nicaragüense para ver el contexto latinoamericano. Es pertinente este texto -además de las causas referidas- porque se centra en Augusto César Sandino, líder guerrillero nicaragüense que luchó tenazmente contra la ocupación y la intervención norteamericana hasta obligar a Estados Unidos a retirar sus tropas de Nicaragua. En fin, un texto que nos invita a no guiarnos por opiniones sin fundamento, sin cuestionar lo que es bandera, nación, partidos políticos, grupos religiosos y demás concepciones que nos han ”enseñado” subliminalmente desde la cultura foránea que nos impusieron. Todo, dentro de un remarcado marco bolivariano desde el cual el autor sintetiza y aplica sus raíces revolucionarias.