
“La historia que nos cuenta Ilka Ibonette Oliva Corado en las siguientes páginas es la de millones de seres humanos que buscan un destino mejor lejos de su tierra. Migrantes, indocumentados, aliens, intrusos, espaldas mojadas… Muchos son los apelativos con los cuales la intolerancia los pretende etiquetar, sin mayor motivo que los intereses económicos y sociales de los gobiernos en los países de llegada.
Porque, ¿cuál es el delito de buscar para sí y su familia un destino mejor? Dispuestos a trabajar en las tareas más duras y en un ambiente de abuso y humillaciones, estos ciudadanos aportan un enorme valor con sus remesas y su voluntad de alcanzar sus sueños.
Ilka no es más que una entre todos ellos, pero una que se atrevió a denunciarlo, que tuvo los arrestos de poner en estas páginas los episodios que guardó, quizá, durante años escondidos en lo más oscuro de su memoria. El hecho de haberse hecho pública en estas semanas la situación de miles de niñas, niños y adolescentes que cruzan la frontera para reunirse con sus padres o escapar de ellos –o de la extrema pobreza en la cual sobreviven–, es una coincidencia que da una enorme validez a este libro.”
Carolina Vásquez Araya
“Estos capítulos de mi travesía del desierto no son relatos ficticios, es lo que viví y me ha llevado diez años poder escribirlo porque finalmente la serenidad ha llegado a mi alma, porque he logrado sacar el veneno que no me dejaba respirar. Porque es necesario que lo que se vive en la frontera salga de la llaga de un recuerdo amargo que llevamos miles en la memoria. Y no, a mí no me digan: “Pobrecita la muchacha lo que vivió”, a mí me miran de frente y directo a los ojos o mejor se apartan de mi camino, que lástimas y misericordias no son de personas cabales”.
Ilka Oliva Corado