“Querido Fruto: No es usual que un prólogo se dirija al autor, sino a sus lectores. Invierto los términos y lo hago incluyente, entre otras cosas, porque el texto que ellos tienen ante sus ojos, no es tampoco un libro usual, ni es un libro más. En él, no hay una parte de tus ideas y tus experiencias durante una parte de tu vida. No es una parte de una parte, sino un todo dentro de otro todo. En imágenes a las que eres tan afecto, no son líneas rectas inconexas, dispersas, sino que tu libro es una serpiente mordiéndose la cola. Me atrevo a decir, que es tu vida volcada sobre el personaje central del libro, el Saber Popular que es, como canta la copla llanera, la fuente de todos los saberes.”
Arq. Alfonso Ramírez Ponce
El presente trabajo quiere mostrar resumidamente una secuencia de cómo fue ese histórico proceso del hombre para construir sus primeras casas, haciendo una referencia muy valiosa de cómo las aves y algunos insectos construyen sus habitáculos, dándonos ejemplos magistrales del ingenio del uso de materiales con su máxima eficiencia dentro del marco de la tecnología de la necesidad.
Queremos dejar claro la diferencia que existe entre una casa y una vivienda, podríamos decir que donde termina la casa comienza la vivienda y viceversa. La casa es el objeto material que nos protege, nos abriga. Son sus componentes, el techo, los muros, los muebles. La vivienda es el espacio donde está la vida de la casa, es la vasija que guarda el amor, la alegría, las faenas diarias, es el espacio de la familia, de los niños, cobijados por un objeto material que es la casa.
Con este preámbulo vamos a pasearnos por Las casas más sencillas partiendo de las que hacen los animales, pasando por las casas ancestrales de nuestras culturas aborígenes, hasta las casas realizadas con los materiales de nuestro tiempo, dentro del marco de la tecnología de la necesidad.