“En este momento pienso que pienso y quiero leer más y más. ¿Qué es el kaituco? Por eso quiero que también piensen en llegar a hacerse la pregunta. Que piensen en estas páginas donde quiero pensar que escribo lo que pienso, donde pienso qué es o qué no es. Pienso si esto que escribo son anécdotas o si cuentos o si no narran nada. Algo sí, mis queridos maestros, educadores, educadoras, promotores y promotoras, pienso que todos debemos pensar en que escribir es un canto lleno de sensibilidad, de honestidad, de entrega; lleno de dulces que no se venden en esos puestos de comida enferma de grasa de muchos amaneceres”
Eucario del Jesús García Rivas
Este maestro robinsoniano piensa en las cosas reales de la vida diaria con las que viven sus alumnos en sus comunidades. Con su voz cuenta la situación de vida del estudiante que se integra al grupo. Estas crónicas de maestro no hablan de sí mismo sino de sus experimentos en grupo, de los valores positivos: escribir lo que pensamos, “la constancia es el cocuyo eterno”, la pluralidad, el otro, nosotros mismos, la formación que nace cuando averiguamos sobre lo que dice la literatura patria, sus escritores y libros.