Nadaísmo con vista al Lago
Es poco conocida la existencia de un intercambio epistolar entre Gonzalo Arango, padre y profeta iluminado del Nadaísmo, y una entonces muy joven escritora venezolana: Laura Antillano. Hoy ella decide abrir sus archivos para presentar unas cartas que marcaron los inicios de su carrera literaria. La correspondencia de Gonzalo Arango que publicamos en Nadaísmo con vista al Lago proviene de ese intercambio de misivas que tuvo el autor con la escritora. Allí, la poética del escritor colombiano manifestaba una voluntad fundacional y conjuraba un alma poseída furiosamente por la escritura. El Nadaísmo resultaría ser no solo un movimiento literario, sino una contagiosa subversión social. Tal fue el impacto en la literatura colombiana, convocando a numerosos escritores de aquel país como lo hizo con la joven Laura, quien aunque alejada en la geografía de ese epicentro, soñaba con escribir desde la avenida El Milagro, en su recordada casa frente al Lago de Maracaibo.
More info →La serpiente de cascabel y otros relatos
En la obra Los desterrados y otros textos: antología 1907-1937, se menciona que Quiroga ejerció una severa crítica sobre su obra, tanto al revisar sus cuentos como al seleccionarlos y armar los libros. De aquellas selecciones, Rodríguez Monegal opinó que “hubiera sido más acertado (de parte de Quiroga) recoger entonces en el volumen (Más allá) sus historias de animales posteriores a los Cuentos de la selva”. Los relatos no seleccionados por Quiroga, ya sea por escrupulosa selección o por aparecer posteriormente en el ámbito de las revistas y otras publicaciones periódicas, son sin duda de lectura elemental para adentrarse en el complejo universo de este autor. (…) La pasión de este escritor uruguayo por la vida en el monte, los animales, la eterna persecución de ese otro que es presa y cazador está representada en estas historias. Sirva, pues, esta compilación del maestro del cuento latinoamericano para que acompañen en el camino pantanoso y nunca seguro de la selva a los jóvenes lectores.
More info →Leer en el caos
En este recorrido por las literaturas nuestroamericanas, el autor agudiza su mirada hemisférica, problematizando aspectos que considera esenciales y poco estudiados por la crítica. En el complejo y necesario panorama de relaciones que establece entre literaturas, géneros y los discursos de poder emanados del canon, Rodríguez Carucci logra con rigurosidad ahondar en nuestras fuentes discursivas antes, durante y después de la llegada del europeo a estas latitudes. Ya sea desde el mito ancestral de Amalivaca transmitido de forma oral; escudriñando la Carta del Tercer Viaje de Colón; interrogando a una Manuelita Sáenz devenida en personaje de ficción; o al detallar la imagen del indígena peruano en los textos de Vallejo. Así, cuando establece una mirada alejada de causalismos, genera nuevas propuestas a las representaciones literarias tradicionales, y allí socava los cimientos de las figuras preestablecidas.
More info →La suegra del diablo y otros cuentos latinoamericanos
“Mi tía Panchita era una mujer bajita, menuda, que peinaba sus cabellos canosos en dos trenzas, con una frente grande y unos ojos pequeñines y risueños. Iba siempre de luto, y entre la casa protegía su falda negra con delantales muy blancos. En sus orejas, engarzados en unos pendientes de oro, se agitaban dos de mis dentezuelos de leche.
Quizá por esto soñé una vez que yo era chirrisca como un frijol y que estaba suspendida de un columpio de oro asegurado en una de las orejas de la tía Panchita. Yo me columpiaba y hacía cosquillas con los pies en su marchita cara, lo cual la ponía a reír a carcajadas. Ella solía decir que los tenía allí prisioneros, en castigo de los mordiscos que hincaron en su carne cuando estaban firmes en las encías de su dueña, quien solía tener tremendas indiadas.
(…)
Ella fue quien me narró casi todos los cuentos que poblaron de maravillas mi cabeza. Las otras personas de mi familia, gentes muy prudentes y de buen sentido, reprochaban a la vieja señora su manía de contar a sus sobrinos aquellos cuentos de hadas, brujas, espantos, etcétera, lo cual según ellas, les echaba a perder su pensamiento. Yo no comprendía estas sensatas reflexiones. Lo que sé es que ninguno de los que así hablaban logró mi confianza, y que jamás sus conversaciones sesudas y sus cuentecitos científicos, que casi siempre arrastraban torpemente una moraleja, despertaron mi interés”.
Carmen Lyra
More info →Cuando raya el esplendor
“Mientras escribo estas líneas me acompañan al fondo las Piezas místicas de Erik Satie, y entre estos acordes, pausadamente hondos, recuerdo las palabras de Thomas Merton después de aquellos repentinos y luminosos treinta segundos en los que sintió su alma removida en el monasterio de Getsemaní: ‘No quisiera construir más murallas en torno a la experiencia, no sea que me quede excluido y atrapado fuera de ella para siempre’. Y creo que a la postre se trata de eso, de darle desnudamente cabida a la experiencia, sin que las murallas nos distancien de ese encuentro que nos hace ver en la secreta realidad que nos rodea. No vaya a suceder que por estar tan de cabeza en los laberintos seculares de estos días, nos sigamos perdiendo la sagrada posibilidad de recoger el fruto de los asombros.”
Carlos Brito
More info →La última montonera
“Intuí que a los pobladores les gustaba contar sus vivencias y mucho más si alguien las tomaba en serio y decidía realizar el trabajo de transcribirlas. La gente se sentía muy útil e importante. Mas pese a que no todos los estómagos tolerarían el amargor alojado en cada historia, me repetía que lo mejor era alimentar el alma, cada lunes de la semana, con la parte oscura de la tristeza que escondían las palabras en la mayoría de las historias.
Cada día me identificaba con nuevas palabras y nuevas impotencias. El hecho de saber que cada historia era un pedazo muy sensible del cuerpo social, me hacía estar al lado de tanta gente, sobre todo, de aquellas a las que el dolor más le apolillaba el corazón.
Comprendí que todo aquel ser consciente y en condiciones de decidir en justicia sobre la vida y la libertad de los demás se obligaba a conocer con devoción el modo de vivir de los seres humanos, no solo los del entorno, sino también el de los que moran en la llanura; y mucho más el de los que viven en un estado de permanente indefensión”.
La última montonera
More info →Dementia
Esta obra obtuvo el primer premio en la mención Historieta Corta, del Primer Concurso Nacional de Historietas, Cuento y Canto Gráfico, organizado por la Fundación Editorial El perro y la rana con la idea de promover a los noveles talentos nacionales en el ámbito del cómic. Se trata de un trabajo ilustrado por el novel artista Jesús Pulido y colorizado por el ilustrador Henry Rojas. Además de los aspectos estético-gráficos y aunque la obra es de ficción, destaca la búsqueda filosófica que el autor despliega en torno a la dura situación existencial y material a la que se ve confrontada gran parte de la humanidad en la actualidad.
More info →Rapsodia en rojo
“Así, una mañana a principios de 1975, amanecimos con varias páginas de El Nacional llenas de ofertas de becas para estudiar en los países socialistas. En todo caso, la cantidad de becas no mermó significativamente el número de estudiantes sin cupo –las turbulencias callejeras continuarían por años–. Los aspirantes fueron seleccionados por las autoridades de los países oferentes. En cuanto a mí, me entusiasmaba la idea de irme a la URSS, siempre fui del parecer de que cualquier vía que condujera a un cambio positivo en Venezuela era bienvenida. No me afectaba mucho el contacto con el cacareado “social imperialismo”, el “revisionismo soviético”, ni me asustaba la idea de ir a vivir del otro lado de la Cortina de Hierro, donde antes de entrar debía dejar todas mis libertades e internarme en el infierno colectivo, y perder toda identidad individual para convertirme en un número “escrito en letras al revés”, recubierto por la pátina gris de la tristeza eterna.”
Marco Aurelio Rodríguez
More info →Descolonizando a Juana
“La intención de esta serie de textos es buscar apoyos teóricos, canales de reflexión. No es tanto la búsqueda de una verdad como el gesto de mirar a través de los intersticios para aligerar la carga pesada que llevamos sobre nuestras espaldas: la historia, esa historia escrita por hombres occidentales. ¿Hasta qué punto hemos participado en esa historia hombres y mujeres (las más desposeídas, las más pobres, las menos aventajadas en este mundo del mercado capitalista) que nos deseamos libres en ella?, ¿hasta qué punto somos conscientes y cómo hemos interpretado todo lo heredado? Se trata sobre todo de pensar con otros instrumentos lo que está considerado como dado, recurrir a las ideas más independientes, menos colonizadas, más audaces, haciendo un paréntesis de nuestra propia historia”
Patricia de Souza
More info →Apuntes por el centenario de la Revolución de Octubre
“Lo que hoy conocemos como agitación política también tiene sello soviético, el llamado “agitpro”, es decir, las estrategias de agitación de calle, lo que conocemos hoy como flahsmob, nació con las intervenciones y el performance bolchevique en las calles de la Rusia zarista. Este contexto político, histórico y cultural inspiró a las clases subalternas a apropiarse del registro, la planificación de lo político y su accionar desde lo popular dirigido por una llamada vanguardia, apoyada por una clase intelectual que simpatizaba con las ideas democráticas que inundaban la atmósfera insurreccional del momento. La constitución de ese gran bloque histórico-cultural estuvo precedida, entre otras acciones, por la fundación de periódicos, intervenciones permanentes de calentamiento de calle, el paso mano a mano de panfletos, la publicación de libros y su distribución en la clandestinidad.”
Miguel Antonio Guevara
More info →El Tigrón
"El Tigrón, hombre moreno, corpulento y de larga cabellera ensortijada, acostumbraba a caminar por la calle más estrecha y polvorienta de aquel pueblo olvidado, allá, en las cercanías de la ciudad de El Tocuyo. El Tigrón era un hombre que a pesar de sufrir los avatares y la rudeza de la intemperie siempre andaba de buen humor. La gente del pueblo lo saludaba con agrado y hasta le regalaban frutas, dulces, arepas, sopas y otras comidas. También le obsequiaban ropas o prendas de vestir, que extrañamente se negaba a usar porque a él le gustaba andar descalzo y semidesnudo".
El Tigrón
More info →Mujeres sembrando revolución
“El presente ensayo se plantea desarrollar una reflexión sucinta sobre algunos aportes desplegados por las mujeres en el marco de la Revolución Rusa. Sin pretender “tomar recetas” o “trazar rutas únicas y seguras”, estas consideraciones se proponen, más bien, construir aportes en torno a un conjunto de núcleos de interés que, aún hoy, movilizan la lucha del movimiento feminista en general y, particularmente, a las organizaciones de mujeres en Venezuela. Estos núcleos de interés pueden entenderse como temas centrales en los debates contemporáneos de las feministas latinoamericanas.”
Guillermina Soria
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