“El niño, que parecía autista, la seguía mirando como si no fuera con él, cual si estuviese solo en su habitación, con una inexpresiva cara que colmó la paciencia de la empleada.
—¡¡¡Por qué no me contesta, Luis Fernando!!!—estrelló la mujer un grito contra los ojos del niño.
—¡¡¡Porque no me llamo así!!! —contestó con un berrido que retumbó en toda la casa.
—Ah no, ¿y entonces cómo se llama? —se calmó un tanto Belén al constatar que Luis Fernando, por lo menos, no se había vuelto mudo y que lo que quería era jugar un rato.
—Me llamo Juan Periquito —contestó.
Cansada de gritar y preocupada porque el niño estaba a punto de perder el transporte del colegio, Belén no quiso discutir.
—Bueno, Juan Periquito o como se llame, baje ya si no quiere irse en ayunas.”
Juan Periquito en tercer grado
He aquí la historia de un niño que de un momento a otro decide cambiarse el nombre. Ya no quiere ni acepta llamarse más Luis Fernando, sino que informa a todos su nombre verdadero, el que ha elegido en su derecho de ser él: Juan Periquito. Este niño desencadenará una interesante reacción en el salón de la maestra Margarita, quien poco a poco irá perdiendo el control de la situación, cada vez más disparatada. Juan Periquito no dejará de defender su derecho a ser llamado por el nombre que decidió, y quizá más de uno siga el ejemplo de este niño y se aventure a usar nombres incluso más extraños y atrevidos.
Richard León Leonice (Monagas, 1985)
Es artista plástico egresado de la Escuela de Artes Plástica Eloy palacios, mención Escultura, disciplina en la que se está especializando en la Unearte.
Luis Camilo León (Caracas, 2010)
Es el pequeño hijo de Richard León Leonice, quien también participó en la ilustración de este libro.