La casa de los poetas
En esta obra se le canta a la morada, a los rincones desde los cuales se va haciendo el hogar, al espacio tangible del hábitat, y al desprovisto, el de los sueños. La casa ha sido desde siempre materia para la literatura, a manera, en gran parte, de refugio, pero también como velero o canoa para el viaje. En otros ámbitos como espacio fantástico, sin tiempo ni lugar, imaginario o siniestro. Casa tomada llamó Julio Cortázar a una de sus narraciones más emblemáticas. Una casa donde todo va quedando, y todo se va yendo, nos regaló César Vallejo en No vive ya nadie. Y La caída de la casa Usher deslumbró a Edgar Allan Poe. Acá, tras las puertas, nos espera el imaginario de los poetas, el festejo con sus amigos, las palabras volcadas en reflejos, y todo aquello olvidado en signos y reencontrado para el canto, para la imagen y su contenido instantáneo, fotográfico. El autor nos revela las voces que han nacido bajo los techos y entre las ventanas de estos aposentos, evoca los seres imaginarios y reales que los habitaron, el pálpito humano que les dio forma, y sus paisajes cotidianos y prodigiosos, haciendo de estas páginas una historia personal en cada poeta, y una residencia para el encuentro y todas las hechuras de su ceremonia.
More info →Escarpines en el agua
Aislada cumbre
Seria con certero detalle
gestualizar entre el terco silencio
aquel día en que tus ojos
dijeron: —No queremos pesadumbre…
si la lluvia cae
un capítulo de mi recuerdo
que es siempre el mismo delirar
de la historia.
Todo el mundo no quiere guardar
la hoja de la carta de amor
porque tú y yo
fuimos
ardiente, intenso como la vida
y el cruel anhelo de mi aventura
retuerce, choca, silva, arruma
este corazón que no es mío
sino de la amplia naturaleza.
José Miguel Méndez Crespo
Escarpines en el agua
More info →Chireles
“Aunque conozco el ají chirel desde hace casi setenta años y como tal lo registra Lisandro Alvarado en uno de sus glosarios, no vaya a buscar la palabra “chirel” en el honorable Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) porque no lo va a encontrar. Habremos de invitar a los miembros de la vetusta entidad a una comida aliñada con este fruto para que entiendan a través de la lengua —no la española sino la que tenemos dentro de la boca— que el chirel sí existe y pica que jode.
Pero mientras tanto y dando tiempo a que aprendan, obsequio estos chirelitos literarios a mi gente que es más avisada y sabe que el chirel pica al entrar y pica al salir.”
Eduardo Sanoja
More info →Mercancías
"Este poemario, en su crítica del discurso mercantilista, llega a una verdad lógica: la ley del valor y de cambio, la del modo de producción y de consumo, y su impacto en la gente, la masa. Desde lo más personal o autobiográfico se arraiga al colectivo, en la experiencia globalizada, integral, abarcadora y universal. Se desborda en referentes que ubican el contexto, una época con sus productos, sus marcas comerciales y su historia y sus contradicciones políticas, sociales y culturales. En síntesis, ese panorama se dibuja como una situación límite, una calle ciega que pareciera obligar a una salida hacia el absurdo. Pero es matizada con su humanismo esperanzado, que se piensa a sí mismo como un cambio de sistema."
Coral Pérez Gómez
More info →Ana Enriqueta Terán: poetisa de la lengua
La poetisa cuenta hasta cien y se retira
La poetisa recoge hierba de entretiempo,
pan viejo, ceniza especial de cuchillo;
hierbas para el suceso y las iniciaciones.
Le gusta acaso la herencia que asumen los fuertes,
el grupo estudioso, libre de mano y cerrado de corazón.
Quién, él o ella, juramentados, destinados al futuro.
Hijos de perra clamando tan dulcemente por el verbo,
implorando cómo llegar a la santa a su lenguaje de neblina.
Anoche hubo piedras en la espalda de una nación,
carbón mucho frotado en mejillas de aldea lejana.
Pero después dieron las gracias, juntaron, desmintieron,
retiraron junio y julio para el hambre. Que hubiese hambre.
La niña buena cuenta hasta cien y se retira.
La niña mala cuenta hasta cien y se retira.
La poetisa cuenta hasta cien y se retira.
Libro de los oficios. Poemas 1967.
Caracas: Monte Ávila, 1975.
More info →Estos pájaros son míos
Donde llegar
Si la infancia se te mete en el cuerpo
en el cuerpo viejo
y ya no sale
si no escuchan el estruendo de tu abdomen hambriento
si tus días son eterno domingo
y el tiempo se mide por el color de una píldora
blanca para la mañana
verde al mediodía
rosa para la noche
si tienes el miedo al revés
y tu boca es una cumaragua seca
serás recibido en este nido
con la luna llena
de madrugada.
Vanessa Nobile
Estos pájaros son míos
More info →Como una brasa que ha seguido encendida
Somari
¿Inútil todo?
¿Acto inacción razón insensatez?
¿Todo grano de arena o de ceniza?
¿Cada fruto que nace?
¿ignora la palabra la vida que celebra?
Pero soy hombre y escribo estas cosas…
Gustavo Pereira
More info →Passarola
Ser el paseo
Con la mortaja como uniforme iniciamos el viaje. Alzamos vuelo sobre la palabra. Recorremos los múltiples universos que propone el verbo. Este itinerario por el tiempo nos hace dioses pasajeros. Heridos por la luz como palomillas y luciérnagas resignadas, ignoramos ser soles eternos.
Envueltos en asombro tras descubrir la magia de los dedos, el sortilegio de la memoria, algunos edificamos constelaciones, derribamos muros de vacío. Somos los que ante la noche inminente, con la herida expuesta, supurando ilusiones, anhelamos repetir el paseo: ser el paseo mismo.
Passarola
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