“Insurrecto e irreverente, indomable e incomprable, el poeta expresa en el cantar su manera de darse al bien, al amor, a la paz y al ser; fustigando la incordura, la sinrazón, así como toda forma de injusticia. Su credo adviene del vínculo de la poesía con lo justo y lo trascendente, aunque todo sistema dominante niegue sus alcances. A todo desamparo antepone el portento de la palabra liberadora de conciencia. Al batallar terrestre que nos acecha y calcina con impiedad, desde la más elemental cotidianidad, hasta la más difícil de las torturas acicaladas por la costumbre citadina, pergeña el humor, la ironía, la gracia y la frescura de un aliento que enseña y orienta, que enriquece y absorbe. De esa permeabilidad cósmica que le es tan particular, da muestra el poeta Gustavo Pereira en cada uno de estos poemas escritos durante más de cuatro décadas con inusitada persistencia. Por eso, no queda más que abrir la puerta hasta su definitivo vuelo y cercanía. Hasta su absoluta soltura.”
José Pérez
Gustavo Pereira alcanza una profunda resonancia lírica dentro y fuera de su país, a partir de una modalidad de poema breve que decidió identificar con el neologismo de ”somari”. A partir de este signo personal presenta una de las más extraordinarias muestras poéticas de Hispanoamérica, dentro de una temática diversa, rica, sentenciosa y humorística, cuando no cargada de unas implicaciones semántico-filosóficas de raigambre universal. Con más de treinta títulos publicados, diversas traducciones y más de cincuenta años de ininterrumpidas ediciones, su obra ha tenido una notable recepción entre sus lectores, así como diversos estudios de pregrado y postgrado.
El poeta margariteño sembró el somari en el alma de Venezuela y el mundo, por su brevedad, su inteligencia para dibujar lo sensible y por dotarlo de un poder de sugestión inigualable. Sin embargo, esta forma poética cuenta con un aliado íntimo, ese otro poema que, por su extensión y elocuencia, desafía el horizonte y se expresa en el largo aliento. Por ello, aparecen reunidos ahora, en solitario, en esta Antología sin somaris, como los aros de una cadena portentosa que dará una visión de lectura y hallazgos muy singulares; no en desmedro del clásico somari, sino como su muro de contención y su frente de resguardo; lo que sin duda constituye una manera muy interesante de abordar la relectura de Gustavo Pereira, quien suma hasta ahora más de doce antologías de sus obras líricas.