“Waika comparte protagonismo con su amiga Yara y su pequeña hija, las tres se enfrentan a la realidad de una sociedad androcéntrica, una cultura machista y a la posibilidad de un país que quiere ser mejor. Así, con chistes que a algunas suben los colores al rostro, que a otros indignan y que a nadie dejan sin una sonrisa y una reflexión, diariamente María nos enseña palabras tan complicadas como androcentrismo o patriarcado, nos muestra lo irracional del consumismo, nos explica por qué capitalismo y machismo son caimanes de un mismo charco, y nos invita a luchar por el socialismo feminista. Definitivamente Waika y María Centeno durante casi tres años, de forma ininterrumpida, nos han mostrado cómo hacer eso que tanto necesitamos, cómo hacer el feminismo popular.”
Alejandra Laprea
Si queremos saber cómo, desde el humor, se abandonan temas ásperos como las cirugías estéticas que en nuestro país arrebataron la salud y la vida a tantas mujeres, la discriminación por orientación sexual o la necesidad de decidir sobre nuestros cuerpos, debemos leer a Waika, que es leer, a su vez, una cotidianidad manejada por el mercado capitalista y la religión. Waika es, parafraseando un diálogo de la película de Luis Buñuel, El ángel exterminador, ese personaje que no siente vergüenza al hablar de las miserias que todos y todas callamos por “dignidad”.