
“Este libro retrata de manera sencilla episodios de la vida y obra de don Régulo Martínez, haciendo énfasis en el entorno mágico-religioso que lo rodeaba, buscando retratar ese apego místico y devoto del pueblo oriental por la fe religiosa (tan sagrada y tan profana al mismo tiempo), y por los monumentos de piedra de la Barcelona antigua; la del pasado heroico, pero también la del presente y futuro.
Barcelona, ese pueblo tostado por el sol, toma forma resquebrajada y contundente en sus modestos óleos, de donde emana esa identidad que nos caracteriza como habitantes de la costa oriental. Régulo es el pintor por excelencia de las playas de Maurica, pero también de los monumentos históricos de la región como la Casa Fuerte, el Fortín de la Magdalena, el Cristo de José, la Ermita del Carmen, y las catedrales, iglesias y santuarios de los centros históricos más importantes de nuestra región. Una temática que ha rendido honores a nuestros pueblos y ciudades, y en donde el fervor y el gentilicio barcelonés son sus protagonistas.”
Franklin Fernández
La soledad es la palabra que describe al artista que trabaja de madrugada. Con ensayos, entrevistas y comentarios conoceremos a un ser que, la bajo la sombra y el sol inclemente de Maurica, el hombre conocido con el pseudónimo de Señor de Barcelona pinta desde su taller los momentos más emblemáticos de las tradiciones de esa ciudad.
Régulo Martínez se formó como pintor en la Escuela de Artes Plásticas Armando Reverón, bajo la tutela de Mauro Mejías, en 1958. Desde entonces no ha dejado de ser el cronista visual de Barcelona, tarea ardua pero placentera, en la que alterna su trabajo de pintor con la enseñanza a niños en los talleres de pintura.
La tradición, la religión, la muerte y los problemas sociales son los hechos que marcan la obra de Régulo quien, con una paleta de colores vibrantes, hace del paisaje típico del oriente de Venezuela el motivo principal de su pintura.