
El 3 y 4 de mayo de 2006 el gobierno del Estado de México dio la orden de reprimir las protestas populares agenciadas por movimientos sociales de la región -en particular, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y un grupo de floricultores del municipio Texcoco- por el derecho a vender sus mercaderías en el mercado Belisario Domínguez. El resultado fue varios muertos, decenas de heridos y detenidos. A los hombres, principalmente a los líderes, se les torturó y condenó arbitrariamente a penas que equivalían a cadena perpetua, a las mujeres se les sometió a la violencia y tortura sexual. La presente obra reúne los testimonios de lucha de algunas de las mujeres que fueron ultrajadas como parte de la política sistemática de represión llevada a cabo por los gobernantes de México y en particular por el expresidente, Enrique Peña Nieto, quien para entonces era la máxima autoridad de la región. Los testimonios aquí reunidos son potenciados por los análisis y conceptualizaciones de un grupo de académicos y defensores de los DDHH, los cuales permiten comprender lo sucedido y dan fuerza a la denuncia realizada.
El libro está dividido en tres partes, la primera destinada a presentar e introducir la publicación. Además en ella se expresa la perspectiva desde la cual se abordó el caso de las Mujeres de Atenco y se da un panorama de la situación de los derechos humanos de la mujer en México. En la segunda toman la palabra los académicos y las académicas para brindar un marco interpretativo de los sucesos y, en particular, para definir tanto las finalidades como las causas y los efectos de la violencia de la que fueron objeto las Mujeres de Atenco y de la que han sido objeto otras mujeres en el mundo cuando han alzado su voz de protesta. En la tercera, la más significativa para nosotros, toca el turno al testimonio de las vivencias de mujeres que han sido víctimas de violencia sexual como una forma de control ante su actitud combativa. Resalta en esta parte –pero también en todo el libro– el hecho patente de que la violencia ejercida por los gobernantes y autoridades de México no tuvo los efectos por ellos calculados sino que, todo lo contrario, ha tenido como resultado un aumento en la combatividad y un mayor protagonismo de las mujeres en las luchas políticas que tienen lugar en el hermano país.