En 1914 la Antología de Spoon River fue publicada por entregas en la revista Poetry, cuya editora era Harriet Monroe, la misma que lo había estimulado a escribirla. Al año siguiente se publicará la primera edición del libro en su forma definitiva, con el agregado de dos textos: “La Spooniada” y “Epílogo”. La aparición del libro creará un inédito éxito de crítica y público. Lee Masters fue calificado como “un hijo natural de Walt Whitman”, y el propio Erza Pound no dudó en aclamarlo con esta frase lapidaria (valga el adjetivo para quedar a la altura del tema): “Finalmente América ha descubierto un poeta”. Se calcula que para 1940 se habían realizado más de setenta ediciones. Este éxito quedó huérfano en la trayectoria literaria de Edgar Lee Masters. Los libros que publicó después (novelas, biografías, poemarios) quedaron sepultados bajo una gruesa capa de indiferencia por parte de la crítica y del público.
Nadie que lea la Antología de Spoon River podrá levantar la vista de ella y afirmar “aquí no pasa nada”. Es en ello donde reside la explicación del éxito del libro, vale decir, su multiplicidad. La pluralidad de las voces y la condición (que muchas veces se podía sustituir por miseria) humana que los personajes expresan, son el río donde el lector podrá sacar su pescado favorito y quedarse con él.
“Uno de los valores de la obra de Lee Masters reside en su autenticidad y su realidad. Él, a través de sus muertos, utiliza las páginas de su libro para denunciar muchas cosas, entre ellas la hipocresía y el oportunismo de ciertos políticos. Sí, porque la Antología de Spoon River es también una especie de manifiesto contra una sociedad opresiva e inhumana. En sus páginas encontraremos palabras muy duras fustigando, a través de los testimonios de sus protagonistas, la guerra, el militarismo, la explotación de la mujer, los accidentes laborales, la corrupción, la codicia, la desigualdad, el capitalismo, entre otros. También ataca la pacatería que existía en la literatura, la política, a los “patriotas” y a los fundamentalistas religiosos; todo esto le valió la acusación de revoltoso. Bien merecido el calificativo. Pero el texto nos habla de otros aspectos de la vida como, por ejemplo, el amor y el desamor”.
Rafael Antonio Guerra
Traducción de la obra: Eduardo Gasca (Caracas, 1939)
Cuentista, poeta y ensayista. Licenciado en Letras de la UCV. Autor de Relatos del camino largo (1972), Ave del paraíso (1993), Todos los cuentos (2004). Traductor de literatura y obras políticas, entre las cuales destacan Más allá del capital, de István Mészáros (2009) y Engels, una vida revolucionaria, de John Green (2013).