
"En Paraguay, y gracias a la persistencia y resistencia de personas como el Dr. Martín Almada, víctima de la dictadura de Stroessner, se encontraron, en 1992 los llamados Archivos del Terror que documentan la política y metodología represiva y el llamado “Operativo Cóndor”, una internacional del terror donde actuaban grupos comandos en operaciones conjuntas en distintos países, con el pretexto de combatir el “comunismo internacional”. Stella Calloni investigó en estos archivos y en toda la documentación: artículos y libros, en un intento por ordenar esta información. Es un extenso trabajo de investigación de las temibles tramas secretas, un rescate de la memoria sobre las causas y los orígenes de ese tiempo de horror que se vivió, poniendo en evidencia a los responsables del genocidio."
Adolfo Pérez Esquivel
Después de finalizada la Segunda Guerra Mundial, desde Estados Unidos se comenzó a fraguar y diseñar una estrategia anticomunista que promocionaba abiertamente, dentro y fuera de sus fronteras, el exterminio de todo movimiento popular. Con la creación de la CIA y de otras organizaciones, se emprendió una campaña para coaccionar al mundo libre y evitar la ascensión al poder, a cualquier costo, de la izquierda insurgente. La Operación Cóndor fue un programa diseñado desde Washington con el apoyo de las dictaduras militares instaladas en Chile, Argentina y Paraguay; estas sirvieron de cómodo escenario para los planes del imperio de arrasar cualquier movimiento popular, a través de los servicios de inteligencia de Estado de estas dictaduras militares: la DINA en Chile, el SIDE en Argentina y el Departamento de Investigaciones Policiales paraguayo. Después de ser descubiertos lo llamados “archivos del terror”, se dieron a conocer en detalle las colaboraciones entre los servicios secretos de los gobiernos de Paraguay, Argentina y Chile. Los asesinatos del general Prats, abierto disidente de la dictadura de Pinochet, el excanciller chileno del gobierno de Allende, Orlando Letelier, en Washington, el médico paraguayo Agustín Goiburú y el secuestro y tortura del profesor Martín Almada (cuyo relato de sus años de tormentos significaron el comienzo del desenmascaramiento internacional de estos oprobiosos regímenes y sus colaboradores), revelan el horror y la fría crueldad con que actuaron los protagonistas de un genocidio que Latinoamérica jamás podrá olvidar. Esta obra es un documento de investigación exhaustiva de aquel episodio de la historia de nuestros pueblos.