"La síntesis arquitectónica que Fruto Vivas persigue a través del tiempo, es a una, invocación a la mitología tropical de la selva húmeda, tecnología de punta a sazón, y humanista dialéctica
urbana. Un proceso que busca conciliar una nueva ética de lo humano y urbano a través de una novedosa concepción estructural constructiva. Para desde allí restituir el sendero técnico perdido, entre aquella habitable sabiduría precolombina, integrada sencilla, funcional y simbólicamente al entorno silvestre —hoy enterrada bajo el mercantil urbanismo vertical de la ciudad moderna— y un nuevo concepto de arquitectura levitante, que suspendida estructuralmente por encima de la topografía, evite entumbar al paisaje bajo una asfixiante mortaja de concreto.
Raúl Díaz
Arquitecto y docente. Egresó en 1957 de la recién creada Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. Miembro fundador del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV (1957) y de la Escuela de Arquitectura de la UCAB. Profesor honorario de las Universidades de los Andes, Mérida; de la Autónoma de Santo Domingo, República Dominicana; de Veracruz, México; de la Universidad del Cuzco, Perú y de la Central de Venezuela. Entre sus proyectos de mayor importancia encontramos el Museo de Arte Moderno de Caracas, junto al brasileño Oscar Niemeyer; el Club Táchira en Caracas junto al arquitecto español Eduardo Torroja (1954). El Hotel Moruco en Barinas (1954), La iglesia de la Concordia en Táchira (1954), Casa Tarantín en Barquisimeto (1977), El Árbol para Vivir (edificio residencial, 1990), en Lecherías estado Anzoátegui; y la increíble Flor de Hannover que nos representó en la Expo Mundial del 2000. Ha participado como conferencista y jurado internacional en distintos concursos en Europa y todo el continente americano. Premio Nacional de Arquitectura 1987.
