
“Son páginas sabiamente elaboradas en las que Pavese, partiendo de la exploración del mundo antiguo, aplica su poética para revelarnos que, para él, el diálogo es posible aun en el campo del mito y del símbolo. Más allá del marco clásico, nos da una síntesis de sí mismo, en la búsqueda constante de situaciones humanas, en un deseo afanoso y obsesivo de apertura hacia los demás, de diálogo con los otros, con esa tensión intelectual que le permitió el oficio de escribir, aun sin haber aprendido el oficio de vivir.
Quien de nosotros se ha acostumbrado en estos años a buscar en el interior de la conciencia el secreto y la salvación del destino humano, sabrá ahora que estos Diálogos, además de representar su momento de lucidez más álgido, la posesión consciente de su propia temática intelectual y humana, marcan el punto culminante de ese proceso de liberación y clasificación interior en el que Pavese llegó a formular el motivo –el sentido– de su arte y la meditación de toda su vida: la meditación sobre el destino, ‘la búsqueda de la autonomía humana’.”
Marcella Milano
Para la primera edición de Diálogos con Leucó, el mismo autor escribió esta breve presentación: “Cesare Pavese, al que muchos se obstinan en considerar un testarudo narrador realista, especializado en los campos y periferias americano-piemonteses, nos descubre en estos Diálogos un aspecto de su temperamento. No hay escritor auténtico que no tenga sus lunas, algún capricho, su musa escondida, que de pronto lo inducen a volverse eremita. Pavese se ha acordado de cuando iba a la escuela y de lo que leía: se ha acordado de los libros que lee cada día, de los únicos libros que lee. Ha dejado por un momento de creer que su tótem y tabú, sus selváticos, los espíritus de la vegetación, el asesinato ritual, la esfera mítica y el culto de los muertos, fueron inútiles extravagancias y ha querido buscar en ellos el secreto de algo que todos recuerdan, todos admiran un poco cansadamente, bostezándoles encima una sonrisa. Y así han nacido estos Diálogos”.