
“La canción y la poesía habitaron la Casa del Centro de Diversidad Cultural y las calles y casas de Carora. Y no sólo se escucharon las guitarras y los cantores, como lo hiciera el dúo de los trovadores caroreños Ismael Querales o Guillermo Jiménez Leal, entre tantos otros; con igual frecuencia se oyó la palabra de los homenajeados. Hubo entonces, sentimiento y pensamiento; y fue posible aunar espíritus por lo común distanciados o enfrentados por el disenso más vario. En esas horas el país posible fue real, fue uno e indistinto. El abrazo, el contentamiento, la admiración y hasta el amor lograron lo que parecía ilusión, lo que se creía nostalgia remota.”
“Asómate a la ventana,
tu canción soy yo”
La lectura común
“La escritura que sigue –la más de ella– ha sido menos escrita que hablada. Fue dicha –lo es aún– cada martes, durante el programa radial La lectura de Venezuela de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello en la Radio Nacional de Venezuela. Hállanse en estas páginas, entonces, la confesión sentimental que despierta entre nosotros la lectura del libro y la música de nuestros invencioneros, en una palabra `las voces del silencio´, que así llamara André Malraux al arte, entendido como delicia del ojo y el oído. La crónica, en desmedro de la crítica, ha sido privilegiada en esta escritura. Trátase de ofrendas y a ratos de meditaciones: quiere ser eso, sentimiento de fervor por la asaz variada riqueza estética que aviva el espíritu de nuestros escritores y artistas.”
Luis Alberto Crespo