
Nuestro mundo es maravilloso y nuestro país es una pieza fundamental de ese engranaje que llamamos biodiversidad. Tantos paisajes, colores y texturas. Animales y plantas diferentes ponen el toque mágico en Venezuela.
Es necesario aprender a respetar el mundo natural, ya que de él obtenemos alimentos, agua y aire. Aparte de esas necesidades básicas, vitales para nuestra existencia, no debemos negar el derecho que ese mundo natural tiene de existir por sus propios méritos.
Amigos, somos parte de ese mundo y debemos proteger la gran variedad de seres vivientes que lo integran.
Onda ecológica II
“La experiencia educativa no puede ser una experiencia cualquiera. Desde el punto de vista hermenéutico, la verdadera experiencia educativa es aquella que permite replantear constantemente las propias convicciones. Por ello, es siempre una experiencia negativa, esto es, se la puede producir sin rupturas (…), la formación implica mantenerse abierto hacia el otro y lo otro con sentido general y comunitario. En este sentido, la formación es una experiencia que tiene la estructura de una inversión de la conciencia”.