¿Cuándo empezó todo esto? No es fácil ubicarlo en un momento preciso de la historia contemporánea, pero seguramente el 27 de febrero de 1989 se podría considerar como la fecha fundacional del proceso constituyente que iluminó el ocaso del siglo XX venezolano. La Constitución aprobada en 1961 y horas después suspendidas las garantías en sus letras consagradas, hace tiempo que le venía gritando a las cúpulas partidistas que esa Carta Magna estaba agotada, como el modelo político en ella sustentado. La explosión popular de 1989, bautizada como “El Caracazo”, y las dos rebeliones militares del 4 febrero y el 27 de noviembre de 1992, fueron los dolores de parto que las clases dominantes se empeñaron en ignorar. El pueblo sabio advertía: “El que va a caer, no ve el hoyo”
La Constitución Nacional de 1961 fue aprobada por el Congreso de la República y horas después, el presidente Rómulo Betancourt suspendió las garantías que su letra consagraba. El diario El Nacional publicó una mancheta con letras de epitafio: FLOR DE UN DÍA. Se le burló, se le violó y se le vació de contenido. Cuatro décadas después, el recién electo presidente Hugo Chávez la bautizó “La moribunda”. El 15 de diciembre de 1999, en referéndum nacional, el pueblo le dio la extremaunción. El 11 de abril de 2002, golpe mediante, se le intentó en vano restaurar.