Nacahue. Mito wixárika
“Hubo en los antiguos tiempos un indio wixárika que quiso labrar un pedazo de tierra para sembrar en él.
Pero los árboles que talaba y la maleza que quitaba aparecían crecidos de nuevo a la mañana siguiente.
Al quinto día el hombre quiso descubrir a qué se debía tan extraño suceso, y después de haber cortado algunos árboles, esperó.
Al poco rato salió una viejita debajo de la tierra…”
Nacahue. Mito wixárika
More info →Juyá y Ayajuy. El dios de las lluvias y el pozo maligno
“Juyá, el dios de las lluvias, había dejado en la tierra wayúu a tres de sus hijos: el primero era Patshó-Nohuí, el varón, a quien también llamaban Sucrishira que significa libélula o “caballito del diablo”, y que cuando aparece de noche, en alguna ranchería, los wayúu lanzan sobre el fuego hogareño algunas semillas de algodón y un poco de sal para alejar la mala influencia de los caballitos del diablo que están inspirados por Yarujá, el espíritu maligno.
Luego estaban las dos hembras: Sishisí, la flor del suspiro, y Aritasí, la flor del taparo, quienes eran las jóvenes hijas de Juyá y hermanas de Patshó-Nohuí. Sucedió entonces que Juyá dejó a sus tres hijos encargados de vigilar las aguas de lluvia, para que le avisaran de cualquier cosa que pasara. Confiados entonces en que su padre les mandaría el agua necesaria para la fecundación de la tierra amada, Sishisí, la flor del suspiro, y Aritasí, la flor del taparo, amanecían abiertas en dirección a Juyá, señor del invierno.”
Juyá y Ayajui
More info →La cabeza de un alijuna malo
“Hace muchos años llegó a la ranchería de un wayúu muy joven un alijuma. Éste venía en son de comercio. Traía un peón de su confianza, con dos animales cargados con mercancías que, para aquella época, era muy solicitada en la Guajira que para conseguirla había que ir hasta los lejanos sitios urbanos de los alijunas”.
La cabeza de un alijuna malo
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