
No solo el protagonista es el arroz, es la mujer y todo el erotismo y misterio que ella encierra, pensarla o desearla es indispensable en la preparación de cada plato. En un mundo cada vez más banal y desacralizado donde todos corremos tras el dinero, ese falso dios, y donde se piensa que el acto de comer debe realizarse lo más rápido posible porque se pierde tiempo para seguir generando dinero, el autor invita al lector a detenerse y reencontrarse con el carácter sagrado que representa cocinar los alimentos y degustarlos como quien se detiene ante un cuerpo amado o un paisaje. Aquí encontrará el lector un universo de sabores, aromas y gustos.
Para quienes están acostumbrados a recetarios tradicionales, este libro presenta algo inusual en la biblioteca gastronómica. Un recetario escrito de manera poética y condimentado con versos llenos de sensualidad donde el protagonista es el arroz, ese cereal milenario que ha nutrido a millones de personas en diferentes épocas y lugares. En él encontrará el lector múltiples materias de prepararlo, desde las más básicas hasta las más exóticas y complicadas con ingredientes afrodisíacos: a la húngara, catalana, como le gusta a la madre del autor o a un poeta o amigo cercano, entre muchas otras.