“Si algo nos distinguió en los tiempos coloniales como Nobleza Criolla fue nuestra cultura y nuestra fuerza; nuestra decisión y fiereza en la defensa de nuestro honor y de nuestro patrimonio, o sea, nuestras tierras, que eran el sustrato físico de nuestra fisonomía como clase histórica. Ellas fueron aquel enorme y rico territorio concedido por el rey de España a nuestros antepasados, como consecuencia de la invasión española a América –con la que España se hizo Imperio–, y con la que comenzó el saqueo de las riquezas americanas a sus habitantes originarios por parte del reino de España, y de nuestros antepasados.”.
Vladimir Lazo.
La llegada de la Revolución Bolivariana ha dejado al descubierto un sujeto político perteneciente a la burguesía venezolana cuya construcción psicológica e histórica se remonta a los tiempos de la Colonia. A través de la presente obra -ambientada en el contexto del golpe de Estado y el paro petrolero del año 2002, ambos dirigidos por la CTV, Fedecámaras, y Gente del Petróleo, entre otros-, Lazo nos muestra cómo la consolidación de ciertos antivalores combinados con la promoción de ideas discriminatorias a través de la socialización familiar y la formación académica impartida en ciertas instituciones -desde la infancia hasta la etapa universitaria- producen personas con las características propias de un psicópata.