Vivir para cantarla. Vivencias y canciones de Adelis Fréitez

Adelis Fréitez deja el cuatro a un lado y se dedica a mirar el camino andado a lo largo de un país que lo oyó nacer y multiplicarse. Hablar de este momoy es convocar un pueblo que cuenta y canta, construye y cosecha, ama y se compromete. Baste con decir que es el cofundador y director de Carota, Ñema y Tajá, sabroso legado del acervo cultural venezolano, para que se nos despierte el apetito por conocer más sobre la vida de este compositor, cantante e investigador de las tradiciones musicales larenses. Plasmada por medio de historias cortas que incluyen las letras de sus canciones, algunas hasta ahora inéditas, escritas a partir de su humano tránsito, esta autobiografía rebosa de sabor a pueblo, de esa Venezuela profunda que encuentra en seres como Adelis Fréitez razones para seguir floreciendo.

Acerca del libro

“Todo el libro, me hacen decir, y con firmeza lo digo, que Adelis ¡es poeta por todos los costados! Si usted lo agarra por el norte, es poesía; si lo busca por el sur, es verso puro; si le toca el este, es canción enamorada; y si lo espera en el oeste, es estrella alumbrando oscuridades.

Todos los juegos infantiles alimentaron los sueños del compositor: metras, yoyo, trompo, papagayo. Alimentó también su infancia con los frutos de su tierra, las comidas, los dulces, los amasijos (panes caseros).

Un libro lleno de anécdotas, con mucho humor y con la sencillez característica de los larenses donde cada canción-poema tiene una raíz que la hace árbol, fruto y sombra”.

Orlando Pichardo

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Ficha técnica
Autor:
Género: Testimonio
Categoría: Autobiografía
Año de publicación: 2019
Formato: 14x21
Núm. de páginas: 226
ISBN: 9789801445647
ISBN digital: 978-980-14-3921-9
Sobre el autor
Adelis Fréitez

Adelis Fréitez (Lara, 1943 - Barquisimeto, 2020)

Hijo y nieto de campesinos; entrañables personajes de los pueblos larenses colmaron su imaginación y alimentaron su sensibilidad con una poesía sencilla que se arriesga por las grandes causas. Siendo aún muy joven, apoyó a la guerrilla que luchaba contra el régimen de Rómulo Betancourt. Se graduó como perito mecánico en la ETI de Barquisimeto, por lo que supo armar, el 3 de marzo de 1981, el grupo Carota, Ñema y Tajá, máquina maravillosa que transforma las alegrías, preocupaciones, sustos y sueños del pueblo en canciones que han trascendido las fronteras nacionales. Ejerció como docente en diversas universidades y recibió un doctorado honoris causa de la UNESR, mas su música no ha perdido la picardía y las tremenduras de sus tiempos de niño “guaro”. De la estirpe de cantautores como Alí Primera, a quien acompañó en los legendarios tiempos del Festival de la Canción Bolivariana, quienes se han regocijado con los cantares de este patrimonio cultural disfrutarán de este recorrido por la vida de uno de los cantores imprescindibles de la maravillosa tradición musical venezolana.