
Vanka Zhukov, un niño de nueve años al que tres meses atrás habían llevado hasta el taller del zapatero Aliajin para que le instruyera en el oficio, no se acostó a dormir en la Nochebuena. Estuvo esperando a que el patrón y el resto de los maestros zapateros salieran de la casa para asistir a la Misa de Gallos. Temeroso de ser descubierto, sacó del armario un tintero y una plumilla oxidada, extendió frente a sí una arrugada hoja de papel y se dispuso a escribir. Te invitamos a descubrir en esta historia a quién iba dirigida esta carta y cuál era el mensaje que había plasmado Vanka en ella.
Vanka, publicado en 1886 –en vísperas de que Chéjov fuese reconocido ampliamente por su obra de corte humorística y sus textos de mayor indagación espiritual (1888)–, muestra precisamente el momento en que se pronuncia la distancia entre los recursos expresivos del humor y la descripción más dramática de las miserias humanas. Vanka es una historia que aún gravita hacia el humor y, en lo que respecta a las injusticias y desolación que rodean al personaje, Chéjov esquiva cualquier intervención suya como autor omnisciente –sin pasiones y sin clasificaciones morales–, como era tan del uso de la época.
Pablo Pérez Riesco (Pablo Kalaka) (Chile, 1975)
Es uno de los muralistas contemporáneos más destacados de Venezuela. A causa de la dictadura emigró con sus padres a Venezuela en 1976. Licenciado en Letras por la Universidad Central de Venezuela. Fue profesor en el Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (Iuesapar). Realizó estudios de artes gráficas e ilustración en Barcelona, España. Ilustró los libros infantiles Maichack (2006) y Bichitos de mi patio (2007), ambos publicados por esta casa editorial. Ha realizado murales en Barcelona, España, y en diversas ciudades de Venezuela, Francia y Alemania.
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