Imagine que va por la calle, la misma calle por la que transita todos los días a la misma hora rumbo al trabajo o de regreso a su casa, y de repente se tropieza con un actor, una actriz, un mimo, un cantante o un malabarista que, sin pedirle permiso y ante su asombro, con sus artes de juglar le escenifica los titulares del día…
A lo mejor usted, con un aire displicente, lo ignorará y seguirá su camino, pero también es probable que le preste atención al menos por unos minutos.
Cuando eso sucede se produce un imprevisible hecho que le ha convertido, sin usted solicitarlo, en partícipe de una experiencia inesperada, que ha invadido y modificado su apacible rutina de peatón, alterando sin duda, sus planes del día.
De eso, entre otras cosas, tratan estos desordenados apuntes, que son una suerte de mapa para quienes se aventuren a transitar por los caminos de la comunicación callejera de la mano del arte, es riesgo y la invención.
“Comuni-calle, que más que obras teatrales concibe y despliega “acciones comunicacionales” que despiertan conciencias, informan y estremecen a niñas, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores por igual. Más que un grupo teatral, Comuni-calle es un medio de comunicación y, también, escuela en la que se aprende haciendo, con espíritu robinsoniano”.
Ernesto Villegas Poljak