…el poeta rebelde tuvo la gentileza de contestarle
a esa muchacha de la secundaria, que escribía poemas…
Laura Antillano
…comprendo que la felicidad no es mi reino, que existe algo
mejor que la felicidad: el suplicio de ser creador.
Gonzalo Arango
La Fundación Editorial El perro y la rana presentará, en la 13ª Feria Internacional del Libro de Venezuela, el libro Nadaísmo con vista al Lago, obra concebida desde los archivos personales de la novelista y profesora universitaria Laura Antillano.
En una de tantas conversaciones que sostuvimos con la autora, y en tantas alusiones escritas, ella ha comentado sobre su participación en La Mandrágora, ese movimiento de vanguardia que surgió en Maracaibo, y al cual se integró siendo aún muy joven, junto con otros talentosos artistas venezolanos. Como ella misma nos dice, todos “con ganas de quemar el mundo en nombre de la poesía”. En ese momento, movimientos de vanguardia como el Nadaísmo, en Colombia, agitaron también con una postura desafiante los estamentos conservadores de una estética presa de su tiempo, en aquellos años sesenta, cuando un rígido orden social en el vecino país –y en el nuestro, claro, con el gobierno censurador y represivo de entonces–, lo establecían con severidad instituciones como la Iglesia y la Academia.
En la actualidad, por muchos es conocido el nombre de aquel profeta iluminado del Nadaísmo, aquel “monje” que inició con su mirada arrebatada lo que para muchos fue una respuesta local al existencialismo y el nihilismo europeos, Sartre, Nietzsche, etc. Gonzalo Arango se forjaba entonces como una suerte de gurú cuya poética manifestaba una voluntad fundacional que conjuraba un alma poseída rabiosamente por la escritura.
El Nadaísmo resultaría ser no solo un movimiento literario, sino una contagiosa subversión social que no dejaría de tocar a nuestro país desde su epicentro lejano. Así lo hizo con nuestra escritora Laura Antillano, quien a sus dieciséis años soñaba con escribir desde la avenida El Milagro, en el garaje de su casa, frente al Lago de Maracaibo. Por aquel entonces se inició entre aquella joven y Arango un intercambio de misivas que se prolongaría durante cuatro años, y que ahora ella decide publicar por su valor testimonial y documental.
Nadaísmo con vista al Lago compila esas cartas enviadas por Gonzalo Arango a Laura Antillano. Allí el escritor antioqueño ventila los inicios de aquellos nadaístas que arremetieron con su vuelo poético los cimientos de la sociedad colombiana de entonces. Laura “Milagro”, como llegó a llamarla Arango, se convirtió en esa especie de imagen a quien confiaba muchos de sus pensamientos y reflexiones, alegrías y desdichas. En fin, son cartas con niebla y sol, aludiendo un poco al artículo de Arango que se incluye en la selección.
La edición del texto también compila artículos enviados por Arango, el “Manifiesto nadaísta al Homo sapiens”, su conocido “Testamento”, el manifiesto de La Mandrágora y una selección de cinco relatos de La bella época, texto inicial de Laura Antillano, estos dos últimos aludidos con interés por Arango en sus cartas.
Nadaísmo con vista al Lago pertenece a la colección Trazos y Testimonios, serie Oficio de Vivir. La presentación será el día viernes 10 de noviembre, en las instalaciones de las Librería del Sur, ubicada en el Teresa Carreño, a las 5:00 p.m. La presentación estará a cargo de Alejandro Silva, Director Ejecutivo de la Fundación Editorial El perro y la rana, y Pablo Ruggeri, editor de la obra.
(T/Pablo Ruggeri, editor de FEEPR)