Vuelve este cuatro viejo

más necesario para la batalla que la espada del soldado

más que la razón…

José Delgado y Roberto Santaella

Por José Zambrano

 

La música es arte integradora, es sentimiento, pensamiento, lenguaje, gesto y forma. Más allá de las ventajas cognitivas que aporta (para el desarrollo y sostenimiento de las actividades cerebrales complejas), y aparte de sus beneficios terapéuticos, conocemos desde antaño su cualidad de ayuda de la memoria, de vehículo para la propagación de los saberes. Sin embargo, sigue siendo subestimada en el sistema educativo “formal”, tomada como un simple divertimento y pasatiempo. Pero la música es lo que nos une y nos da identidad, desde el “Arrurrú” hasta el “Gloria al bravo pueblo”. Por eso siempre estaremos en deuda con nuestros trovadores y juglares, de allí la importancia del libro que hemos traído hoy a ustedes.

Para José Delgado los años han pasado componiendo letras y música. Nacido en Caracas en 1980, se define como músico, compositor y cantante; tiene seis discos editados y más de doce años dedicados a crear una propuesta integradora de géneros musicales populares caribeños, y venezolanos. Por ello, al celebrarse la XIV Feria Internacional del Libro de Venezuela (FILVEN 2018) la Fundación Editorial El perro y la rana ha encontrado la manera de homenajear a este joven poeta por medio de la publicación de un cancionero titulado Cántese quien pueda, que compila textos escritos a lo largo de su carrera musical.

Encontraremos en él diversidad temática, hondura, y atractivas ilustraciones del artista Henry Rojas, imágenes que potencian aún más el colorido de este proyecto y que emulando el estilo del cantante revelan que la composición de nuestro país está hecha con líneas de ritmos alegres y colores que parecen suaves melodías. Como presentación de cada disco podremos leer palabras de diversos artistas que han participado en las producciones musicales, y “de ñapa” encontraremos unos versos o canciones que aún no se han grabado.

Delgado comparte en este poemario su arraigo a la poética latinoamericana, pues deja entrever la influencia cultural temprana de un Neruda o un Benedetti, pero también el contexto mundial, porque muchos lectores encontrarán semejanzas con Bob Dylan. Sin embargo, rápidamente el acto creativo ha madurado en formas venezolanas y propias (aunque sea ineludible la influencia de Alí Primera), que se permite el embeleso de la palabra, pero que también cuestiona el caos de la modernidad y la desazón atribuible a un Emil Cioran. Así lo escuchamos recitar en este poemario: “Soy instrumento, nada en sí mismo, cualquier bicho de uña al borde del abismo”. O cuando hace su crítica política mordaz:

La libertad:

es el estado de sumisión al que a golpe de sangre llegan los pueblos que

ostentan paz

combustible en sus suelos.

Estado del alma del hombre que se opuso y como el muerto no habla,

no jode a esa…

tu tan extraña libertad.

Pero dentro de tanto desasosiego, el poeta canta con el corazón, que sigue bombeando y luchando. Valga decir que corazón deriva del vocablo latino “cor, cordis”, y acorde viene de accordare, que a su vez deriva de cor, cordis. Con esa raíz compartida arregla sus canciones José Delgado, en un todo armónico que se evidencia en este cancionero.

Dice nuestro “Polo margariteño” que “el cantar tiene sentido, / entendimiento y razón”. Permitamos, entonces, a la música ser nuestra guía para poder salvarnos de nuestros males, ya cantaba Alí Primera “ayúdenla, ayúdenla, que sea humana, la humanidad”, por eso “Cántese quien pueda”.

Esperamos que nos acompañen el día 9, en la Librería del Sur “Orlando Araujo” a las 5:00 p.m., en la presentación de este libro en su versión digital que contará con la presencia y voz del cantautor.

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