
La autora toma de las raíces de la oralidad familiar aquellos elementos que dan valor y belleza a la memoria; señala a través del recuerdo, una infancia prodigiosa y al mismo tiempo lo trasmite a las nuevas generaciones. El mito vuelve a cumplirse en Brumelys Montenegro, su relato ha traspasado lo familiar, su carga emotiva ahora llega a un colectivo mucho más amplio, tan grande como la sabana donde se originaron estos cuentos.
Los relatos aquí reunidos surgen de la tradición oral. El mito se hace presente y señala la frontera entre la realidad e imaginación para desdibujar en algunos casos y, en otros, para resaltar la idiosincrasia del llanero: su fuerza, coraje y bravura ante los constantes desafíos de la modernidad. El conjunto de estos relatos da forma a su propia cultura y, por ello, a su propia visión y percepción del mundo que se ramifica en situaciones fantásticas ante una cotidianidad “mágica” y al mismo tiempo sorprendente.