
Basado en el cuento de Humberto Mata, esta adaptación desarrolla aspectos narrativos, filosóficos y existencialistas del relato policial, ambientada en una Caracas que desde la visión de dos épocas se impone fuertemente dentro de la atmósfera de los personajes, misteriosa, peligrosa y al mismo tiempo simbólica. Un viaje místico interior que se confunde con la locura nos habla del suicidio filosófico que emprende el personaje principal. Bienvenidos a extraviarnos en un viaje del héroe, físico y metafísico, en los rincones luminosos y oscuros de la gran metrópolis venezolana y su desmemoria.
“Hace algunos meses Caracas fue conmovida por una rara noticia: la muerte semanal de un mendigo. La terrible serie pudo llegar a diez, que se sepa; y creo que nunca tuvimos información acerca de los motivos y de quién o quiénes y por qué ejecutaban ese ritual. En 1992, Humberto Mata ganaba el famoso concurso de cuentos de El Nacional, con su relato “Boquerón”, en el que un detective debía resolver el caso de la muerte cíclica de mendigos, realizada dentro del túnel de la autopista que conecta a Caracas con el litoral. La ficción se adelantó por años a lo que nuestra cotidianidad cumpliría después: la ficción creada por Humberto Mata, cuyo eje principal pudiera ser ese balanceo entre lo que enigmáticamente, dice alguien en otro de sus textos: ‘La vida es menos importante que la verdad’.(…) En Boquerón (…) la fusión entre el detective y el crimen adquiere inesperados ecos. Tal giro convierte al posible relato policial en un símbolo escatológico, en una acusación social y política de envergadura: no hay redención para las víctimas ni para los victimarios, estamos en el aire asfixiante, en el fuego definitivo del túnel, del extravío”.
José Balza: “Hacia Humberto Mata” (2007)