“El libro que el lector ahora tiene en sus manos, de un extremo a otro… trata el avance del mal al bien, de la injusticia a la justicia, de la falsedad a la verdad, de la oscuridad a la luz del día… La materia misma es el punto de partida, y el punto de llegada es el alma”.

Víctor Hugo

Los Miserables se publicó por primera vez en Francia y Bélgica en 1862, un año en el que Víctor Hugo se exilió de su país natal. En la mañana del 15 de mayo, una multitud llenó las calles alrededor de la librería de Pagnerre, mirando las pilas de copias del libro que se extendía entre piso y techo. Unas horas más tarde, se habían vendido todos, miles de libros. Fiel a la postura política de Hugo, había escrito un libro sobre la gente que era para la gente, un libro que exigía un cambio en el juicio de la sociedad sobre sus ciudadanos.

La Revolución y la República de Francia no habían resuelto las condiciones sociales desmedidas en las que muchos ciudadanos franceses languidecían. Los Miserables se convirtió en una expresión y una inspiración para ese intento. Hugo inicialmente tituló su trabajo “La pobreza”, pero lo cambió a Los Miserables que, en la época de Hugo, denotaba a todos, desde los pobres hasta los marginados e insurrectos.

Victor Hugo, autor de Los Miserables, murió en 1885 como uno de los europeos más famosos de la historia. Prolífico como artista, político y hombre, Hugo fue capaz de probar los límites de los extremos. Su talento literario se dio a conocer por primera vez cuando tenía diecisiete años. Sus escritos apoyaron la literatura francesa tradicional y criticaron el romanticismo temprano, una ideología que poco después atrajo a Hugo con sus ideales irresistibles de libertad, honestidad y originalidad.

Su legado sobrevive a través de su obra. Vivió en una época en que los niños recibían disparos en las calles de París y los gobiernos eran violentamente derrocados cada veinte años. Su presencia era un faro y un pilar, una fuerza palpable para luchar con una mezcla de coraje, genio y bondad. No es su piedad lo que asegura el lugar de Hugo en la eternidad, sino su humanidad.


Los Miserables, un evento literario de la Revolución Bolivariana

Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, en un acto de graduación de la Misión Robinson (28 de septiembre de 2005) referiría a la obra del autor francés:

“No olvidemos esa imagen de Victor Hugo que es tremendamente dura, pero es real de verdad: hay un cuarto oscuro, la pobreza, es un cuarto de penumbras; pero más allá de la pobreza hay otro cuarto, tenebroso, es la miseria, y yo agrego: más allá hay otro, el infierno. ¡Tenemos que salir todos del infierno!, tenemos todo que salir de la habitación tenebrosa de la miseria y tenemos que salir todos de la habitación oscura de la pobreza”.

Sólo unos meses después de esa ocasión Chávez pediría al Ministerio del Poder Popular para la Cultura la publicación masiva de la obra del autor francés, trabajo realizado en la recién creada, para ese momento,  Fundación Editorial ‘El perro y la rana’. La edición de ese libro en tres tomos constituyó un hito en la historiografía editorial venezolana al publicarse 500 mil ejemplares, situación inédita en el país que se hizo más increíble al realizarse dicha distribución de manera gratuita a nivel nacional. Además, cuenta con el prólogo de Ernesto Sabato, escritor argentino. Con la entrega de estos ejemplares se dio inicio a lo que Chávez denominaría informalmente como “Operación Cosette”, para hacer llegar todos esos ejemplares a las distintas localidades de Venezuela, a través de la red de municipalización, las bibliotecas públicas y la Misión Cultura.

 

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