La comprensión humana a veces se obliga a resumir aquellas ideas demasiado complejas, a reducir la vastedad de un concepto para hacerlo pasar por el cedazo del entendimiento. La historia de los pueblos, por ejemplo, tendría que ser el título de un libro infinito –de hojas infinitamente delgadas– como aquel que Jorge Luis Borges concibiera, cuyas páginas contienen todos los libros escritos y por escribir. Porque la historia de los…