Durante la presentación del libro Después de Chávez. Cómo nacen las banderas, la escritora italiana Geraldina Colotti ofreció unas sentidas palabras para agradecer la publicación de este nuevo título en nuestro país. A continuación su intervención:

“Buenas tardes a todas y a todos. Es un gran placer compartir con ustedes en este lugar donde se han visto tantos eventos históricos, culturales y políticos. Aquí se hace la feria del libro, testimonio de los grandes logros realizados por la Revolución Bolivariana.

Es un gran placer agradecer por esto al pueblo bolivariano y a su líderes, algunos de los cuales hoy tenemos aquí: empezando por el querido camarada Ernesto Villegas. Un gran intelectual, un periodista comprometido. Su libros y sus reflexiones son una referencia también en Italia.

Pero mi más profunda gratitud va a las mujeres: dirigentes, intelectuales, editoras. Las que están aquí: Katherine Castrillo, mi querida amiga Teresa Vadell, y Tania Diaz que abrió este camino. Las que están en la sala, empezando por Estela Aganchul que revisa mis libros  con mucha paciencia y profesionalidad, el equipo del Perro y la rana y  Vadell Hermanos,  Liliane Blaser, baqueana de espacios revolucionarios, la compañera ecuatoriana, Gabriela Pereira, que hizo la primera traducción. Un agradecimiento a las compañeras feministas, lideresas de partidos y comunidades. Un agradecimiento también, a las que no están físicamente con nosotros: a las guerrilleras que entregaron su vida por el comunismo en Venezuela y en el mundo.  A mis camaradas, caídas en combate en Italia, a las que tanto les hubiera gustado ver que su sacrificio no ha sido en vano, porque aquí la lucha continúa, continúa el sueño concreto del socialismo feminista. Un homenaje a las mujeres que han caído, víctimas de feminicidios políticos y del fascismo guarimbero: milicianas como Rocío Hurtado, entrevistada en vida en este libro.

¿Por qué este libro?

Ante todo por un testimonio de compromiso, un pequeño acto de resistencia donde se muestra que Venezuela –la Venezuela socialista y resistente– no está sola. Hay dos capítulos específicos que tratan del respaldo internacional y del respaldo en Italia.

La otra razón es que necesitamos crear nexos, ver la relación que existe entre las luchas territoriales y del mundo, porque el enemigo es común. Necesitamos rechazar las palabras de los buitres, como de los Pepitos Grillos, como de los ni-ni que no toman posición, que pretenden no estar ni de un lado ni del otro de la barricada y por esto terminan por ser ellos mismos la barricada. Tenemos muchos de este tipo en Italia, y en aquella Europa subordinada a los poderes de las transnacionales. Aquí, en este libro, se explica que hay muchas similitudes entre Italia y Venezuela,  se explica por qué desafortunadamente los partidos que en el pasado resultaban de centro-izquierda prefieren aplicar los planes de ajuste estructural del FMI y entonces no quieren a Venezuela que no impone estas recetas a su pueblo, es por esta razón que resulta una “amenaza inusual y extraordinaria” para la seguridad de los Estados Unidos, aunque no haya agredido a nadie.

El libro, que empieza con la descripción coral del velorio de Hugo Chávez es un homenaje al Comandante Eterno, que se hizo pueblo, como lo es ahora Nicolás Maduro, que continúa su labor colectiva, coral. Lo que no entienden los burgueses y pequeños burgueses de Europa -o a lo mejor  lo entienden y por eso le tienen miedo-  es el carácter colectivo de este proceso: el poder popular. Y por esta razón en el libro hablan mucho las comuneras y los comuneros, los Clap, los medios comunitarios, para que vean ellos mismos lo importante que es su trabajo, su resistencia popular. Para que entiendan lo importante que es para los revolucionarios de Europa, para aquellos que han sufrido la derrota, la cárcel y la tortura, ver que la lucha por el socialismo continúa y que se puede vencer. En el libro se habla de las cárceles también, y del trabajo de la ministra Iris Varela.

Este libro quiere ofrecer algunos elementos de análisis para que se tome en cuenta el peligro que representa la Italia neoliberal, un país sin soberanía, subordinado a la OTAN, a la Unión Europea y a la cúpula del Vaticano. Desde allá, desde la traición de los ideales del socialismo de una izquierda que ya no se puede llamar así, empiezan los ataques más insidiosos contra la Revolución Bolivariana. Es importante desenmascararlos.

En un encuentro  que se realizó en este mismo espacio con los acompañantes internacionales, el profesor Adán Chávez, gran maestro de marxismo del comandante eterno, nos recordó el debate que se hizo antes de que el campo bolivariano decidiera lanzar como candidato a Hugo Chávez a las elecciones de 1998: ¿Revolución con armas o con votos? Ganó esta segunda opción y empezó esta revolución pacífica pero armada en la unión cívico-militar, como siempre lo repite el general Vladimir Padrino López. Cambian las herramientas, pero los objetivos siguen siendo los mismos. Cambian las herramientas, pero los enemigos son los mismos, el motor de la historia sigue siendo el mismo, la lucha de clases. Cambian los tiempos, pero los ataques del imperialismo siguen siendo los mismos que han asfixiado la primavera de Allende, la revolución sandinista, las tentativas revolucionarias en Italia y en Europa. Ayer, el Plan Cóndor militar, hoy el Plan Cóndor financiero, económico y diplomático. En el libro se retoma el pensamiento del Che Guevara para analizar las especificidades de la Revolución Bolivariana.

Cambian las herramientas, pero los ideales, el compromiso hasta la muerte para los revolucionarios siguen los mismos. Mi lucha ayer era con las armas, hoy es con el bolígrafo y la palabra –también poética, que me perteneció desde niña. Yo soy del pueblo, sufrí hambre muchas veces, y la cultura ha sido muy importante. “Ser culto para ser libre”, dice José Martí. Una frase que se lee mucho aquí en la feria del libro. Estudiando el marxismo comprendí la razones científicas de la injusticia: la explotación del trabajo asalariado y decidí devolver a mi clase lo que mi clase me había permitido aprender. Y no me han comprado.

Por esto sigo aquí, entregando mi humilde compromiso que es ante  todo hacer mi propio deber en mi país: contar la verdad de Venezuela en la calle como en la Red de los intelectuales en defensa de la humanidad, como en la comunicación popular de Conaicop, el Consejo Nacional e internacional de la Comunicación Popular Comandante Eterno, en los Bric: las brigadas de la comunicación internacional, el movimiento Todos Somos Venezuela. Siendo una multiplicadora de las batallas de las ideas.

O inventamos o erramos, dicen las revolucionarias y revolucionarios de Venezuela.

On s’engage et puis on voit.” Nos comprometemos y después vemos, dice Lenin, parafraseando las palabras de Napoleón.

Nos sirven las ideas, no nos sirven los dogmas. Nos sirven las ideas no nos sirven los egóticos rencorosos, los leones del chat o del teclado. Nos sirven las ideas como guía para la acción”.

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