Garabato amoroso, garabato militante representa un recorrido placenteramente estético por varios personajes de nuestro imaginario cultural, un viaje por algunos de los iconos de nuestra cultura popular. Los dibujos de Lorena nos recuerdan a grandes maestros de la sensibilidad folclórica, los maravillosos Elsa Morales y Víctor Millán. Sus dibujos emanan un sentir popular y como ella misma dice: “Carecen (…) ¡de técnica alguna, pues!”. Sin embargo, esa carencia no es tal, más bien es ganancia de luz y vida. Impresiona percibir a la gran Juana Azurduy, aquella heroína boliviana que conocimos de niños a través del canto aterciopelado y combativo de la “Titana” Mercedes Sosa.

Lorena recorre caminos del arte y de la vida; va de Bolívar y Manuela a Chávez, de Unamuno al Chino Valera Mora, de Flora Tristán a César Rengifo. En sus dibujos hay un propósito humano: mostrar una sensibilidad que recorre caminos de justicia, de paz, de igualdad y solidaridad. La propia Lorena con sus hermosos dibujos se erige en cronista estética de una sensibilidad femenina que deslumbra por su sencillez y por emanar un profundo amor. No es retórica hueca, no hay nada de eso en su trabajo, todo es sentido vibrante que emana de sus trazos y de las historias que cuentan sus personajes hechos dibujos. Historias que, finalmente, son las historias sencillas que se hacen canto.

Nos parece que la mayor riqueza de este periplo ilustrado está en esas figuras femeninas gigantes, figuras que el poder y la burocracia han querido empequeñecer. Lorena visibiliza a la mujer luchadora, a la mujer canción, a la mujer combate, a la mujer poesía, a la mujer rebeldía: Argelia Laya, Manuelita Sáenz, Rigoberta Menchú, Mercedes Sosa, Lydda Franco Farías, Juana Azurduy, Ana Enriqueta Terán y muchas otras mujeres. Mujeres hechas en el fuego de las luchas revolucionarias. Leerán queridxs amigxs en las vibrantes ilustraciones de Lorena Almarza un crisol de verdades. Leerán en esas imágenes verdades sin muchos adornos. Una vez más quedará comprobado que desde la sensibilidad todo se puede, que desde la ternura y la mirada infantil nos podemos hacer gigantes invencibles.

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