Mi amado Martí, de Edmundo Aray

Edmundo Aray durante años ha sido un infatigable animador de la vida cultural venezolana. Poeta, ensayista, narrador y cineasta, abierto a la experimentación, en el transcurso de los años ha logrado imprimir en su obra un carácter combativo y trasgresor. Desde inicios de los años 70, Edmundo anda tras la estela revolucionaria, caribeña, latinoamericana y venezolana de José Martí.

Mi amado Martí es un poemario basado en la correspondencia sostenida por el prócer cubano con las distintas mujeres que estuvieron presentes durante su vida. Estamos en presencia de una poesía testimonial que se alimenta de la rica documentación rescatada por los cubanos Carlos Ripoll y Luis García Pascual. Los poemas de Aray se instauran sobre una atenta lectura de esta documentación. Estas cartas son intervenidas por el autor, condensándolas y transformándolas en poemas que adquieren su propio ritmo y estructura. El poeta logra articular su conocimiento de situaciones fundamentales de la esfera íntima, mencionadas dentro de las cartas con la poesía amorosa del propio José Martí, de la cual va extrayendo varios de los títulos de las mencionadas cartas-poemas.

 

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En este poemario Edmundo Aray asume el desafío de crear una voz poética femenina y múltiple que conjuga distintas personalidades, que dialogan entre lo imaginario y lo real, para configurar el perfil íntimo y humano de José Martí. En este conjunto predominan voces de reclamos y quejas, exponiendo una perspectiva desconocida de la vida privada del prócer-poeta. Este recurso, el simulacro de un sujeto femenino, no es nuevo en la obra poética de Aray, ya lo había experimentado en Crónica de nuestro amor (1973) y Versos de Manuela (2000), en el monólogo “Manuela libertadora”. Podemos considerar estos recursos, la forma epistolar junto a la voz femenina, como una estrategia que le permite penetrar en una dimensión interior de Martí, a quien siempre han retratado, como suele ocurrir con los próceres, según un ideal público, político y social, olvidando e invisibilizando las miserias y angustias que forman parte de toda persona.

La Fundación Editorial El perro y la rana, considera propicio y oportuno compartir este poemario con su público lector en el marco de su 11vo aniversario, público al cual la casa editora debe su crecimiento durante todos estos años. José Martí, tras su paso por estas tierras dejó profundas huellas en el periodismo, la literatura, el pensamiento, la cultura, la historia y por supuesto, en los afectos de la política en nuestro país. La obra martiana de Edmundo Aray es una ilustradora evidencia de aquella fecunda y efímera estadía. Mi amado Martí pertenece a la colección Poesía del Mundo, y puede ser descargado desde el portal web de la editorial.

 

 

 

(T/Juan Carlos Torres, editor de la FEEPR)


 

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