Por: Lenin Brea
Para celebrar su doceavo aniversario la Fundación Editorial El perro y la rana relanza las ediciones digitales de sus mejores libros. En esta oportunidad se enorgullece en presentar Falsas, maliciosas y escandalosas reflexiones de un ñángara, de Alí Gómez García.
“Alicate”, como lo conocían sus allegados, fue hijo de la parroquia caraqueña La Vega, militante desde muy chamo con la izquierda cristiana y luego con el padre Wuytack; a los 17 años abandona sus estudios de Medicina en la UCV para incorporarse a la guerrilla con el seudónimo de Comandante Nicanor. En 1978 se va a Nicaragua a pelear por la Revolución sandinista, muere en mayo de 1985 en cumplimiento de su deber. Dos meses antes había ganado el Premio Casa de las Américas en su mención Testimonio.
Al respecto de la obra, la carta con que Alí presentó el libro al concurso es esclarecedora:
“Es la versión emocionada y feliz de un militante de las bases, a diferencia de interpretaciones amargas, pesimistas y nada autocríticas, como son las de muchos de los que nos dirigieron en aquellos tiempos. Es un testimonio de lo que vivió, escuchó, entendió y soñó, relatado con un humor que no tiene nada que ver con la intención de divertirse o divertir… se trata –este humor– de un recurso sicológico elemental de la rebeldía por parte del oprimido, frente al enemigo capitalista que lo quiere explotado, además de triste y sumiso. (Sin la sonrisa y el brillo en la mirada que produce el conspirar por un Mundo mejor). Se trata de euforia y hasta carcajadas, cuando en el combate se aniquila al enemigo y se le hace correr como sabandija. Es morirse con la satisfacción del deber cumplido y la certeza pícara de no haber sido vencido. Como dicen los nicas: ‘A esta alegría el enemigo le teme’”.
El texto se divide en 29 capítulos que narran con sentido del humor la experiencia de vida y lucha de Alí. El relato comienza con su historia familiar y termina con la crisis de la lucha guerrillera que resultó en el “viraje táctico”. Pero no se trata en lo absoluto de un relato intimista, ni biográfico: la narración embrolla a cada paso la experiencia singular de Alí con la vida y luchas del barrio y con el devenir político de Venezuela en una suerte de reformulación de la historia y los mitos oficiales articulados desde la perspectiva de los oprimidos. Esto se nota de entrada en que el autor asume la voz propia de los barrios populares de Caracas en un despliegue nada ingenuo de escritura oral.
Sería una torpeza intentar contar al lector cómo es que la Negra Matea no se llamaba tal sino Mamá Inés y cómo llega esta junto a María Lionza en helicóptero a Miraflores; cómo el tío de Alicate transmutaba el níquel en oro, o cómo fue que el joven universitario terminó por declararle la guerra a muerte a la burguesía. Lo mismo sucedería si tratásemos de explicar “el gran secreto de la bandera de Venezuela, que es un misterio que son tres, y a la vez es una sola” o por qué el cerro de la Cruz en La Vega cambió su nombre al de La Ascensión, o cómo es que un hacendado secuestrado por la guerrilla asegura dejarse crecer las orejas para parecerse a Pietro Figueroa, amén de meternos en la difícil tarea de comentar los usos que podría tener un limón para un adolescente. Por eso invitamos a leer esta obra sin igual en la historia de las letras nacionales.
Además, el libro contiene 29 ilustraciones humorísticas del novel dibujante Daniel Duque que agregan un plus de valor al texto del Comandante Nicanor.
La obra estará disponible para descarga gratuita y con licencia libre en la www.elperroylarana.gob.ve. No se lo pierdan.