Por José Zambrano

La llegada a la presidencia de los Estados Unidos de ese personaje grotesco (xenófobo, homófobo, racista, tramposo e irascible) ha planteado serias interrogantes para muchas personas sobre la actitud del electorado estadounidense. Precisamente sobre esos planteamientos versa este libro que presentará la Fundación Editorial El perro y la rana, dentro de su colección Alfredo Maneiro, serie Geopolíticas, el día 9 de noviembre a las 4:00p.m. en la Feria Internacional del Libro de Venezuela 2018.

La primera parte de El mundo según Trump recoge entrevistas a Mohamed Hassan, Henri Houben, Bruno Drewski, Majed Nehmé, John Catalinotto, Saïd Bouamama, realizadas por los prolíficos autores Michel Collon y Grégoire Lalieu. De la mano de todos estos periodistas, el público lector podrá adentrarse en testimonios de quienes viven, o siguen paso a paso, las tensas relaciones de Estados Unidos con los países islámicos, las políticas de inmigración, o el trato que le da el mismo Trump a los medios y a sus homólogos políticos. No es sencillo ver por qué lo han elegido como presidente, sin embargo, es de esperarse ante el sistema ideológico que mantiene la supremacía blanca adinerada estadounidense. En palabras del mismo Collon podemos evidenciarlo:

Trump está confrontado a un “Estado profundo” que no consiste en una gran conspiración judía o satánica u otras fantasías “conspiracionistas”. Simplemente es la realidad de un sistema económico que acumula enormes fortunas. Un proceso que se ve reforzado por un sistema militar y de espionaje corrupto, que trabaja a espaldas de la gente honesta y de los trabajadores, que producen y crean lo necesario alrededor de todo el planeta.

Muchos han terminado viendo a Trump como el menor de los males, en comparación con otros candidatos “demócratas” pero abiertamente belicistas; o lo han visto como una consecuencia inevitable de una sociedad deformada, manipulada hasta el tuétano, ante lo que también es abiertamente: la continuación de castas imperialistas de gente que quiere el poder absoluto, a cualquier costo. Así pues, es cuestionable el hecho de ver en él una propuesta ideológica o política original.

Algo es evidente: la nueva Roma sigue subyugando al mundo a través de sus vías comerciales obligatorias y la vigilancia extrema; coloca a los gobernadores locales que le conviene e intenta hacer muros para mantener fuera a los “bárbaros”. Aunque, tal como sucedió en aquellos tiempos, la forma de vida e ideología imperiales fueron asumidas por los colonizados, y las que otrora fueron las primeras naciones europeas se desligaron del antiguo imperio. Quizás esta nueva complejidad geopolítica produzca formas de asociación insurgentes entre los colonizados para hacer frente ante las redes opresoras, nuevas economías y nuevas formas de producción. Solo la historia lo dirá.

De algo no hay duda, ante esta realidad como constructo de discursos y relaciones intrincadas, podemos afirmar que el mundo no es sencillamente lo que se nos explicó en los manuales postmarxistas, o aquellos que de manera tácita transforman el análisis en una lógica religiosa de lucha entre el bien y el mal. Por estas razones, esperamos que este aporte informativo que nos dan Collon y Lalieu contribuya a ampliar nuestras redes de conocimiento, a repensar ese panorama para que estemos más conscientes de lo que sucede, y preparados para los cambios que se avecinan lenta pero inexorablemente.

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