“La poesía es una actitud y como tal puede ser cultivada, no solamente como escritura. La escritura está estrechamente vinculada con la poesía, pero no es la poesía. Lo fundamental está en vivir interiormente, en abrirse hacia la vida, en darse a ella cuanto sea posible y disfrutarla más al escribirla, de acuerdo a cuanto le sea propio a sus facultades expresivas. Situación culminante para una persona, tener el espejo en que se pueda mirar a lo más profundo, cuando ha escrito algo referido a su dolor, a su entusiasmo, a su alegría, a su amor, y lo hace suyo y de todos. Poesía para todo, en unos trazos sobre una pequeña hoja de papel. Y no es que un poeta vaya a enseñar a ser poetas a los demás. Pero es necesario despertar la sensibilidad y decir cuán importante es esa sensibilidad, hay que ayudarla a nacer y a fortalecerse. La poesía es un patrimonio de todos, es un golpe en el aire igual que un trazo escrito; esencialmente es un estímulo profundo para una relación más hermosa con la vida.”
Ramón Palomares
No es casualidad el hecho de compilar estos dos esbozos biográficos logrados desde la cercanía de la confesión amistosa, hurgando en las nostalgias, ideales, sueños y peregrinaciones de dos grandes poetas de la patria; conducidos por el cronista y poeta Pedro Ruiz por donde la habilidad de su oficio y la cercanía con los poetas Ramón Palomares y Otilio Galíndez traza el viaje biográfico destacando en este, las circunstancias vitales del proceso creativo; así vemos como el amor a la naturaleza, el arraigo familiar, la nostalgia por la infancia y la firme convicción de ideales y sueños han forjado en ambos, una sólida trayectoria que desborda el ámbito nacional erigiéndolos como verdaderos militantes de la palabra que vive, canta y sueña.