“...El pueblo venezolano le va a demostrar al mundo de lo que es capaz, de qué barro estamos hechos, qué semilla tenemos en las venas, qué nos corre por el corazón: ¡Patria, libertad y justicia!”
Hugo Rafael Chávez Frías
“La revolución cultural, la cultura comunal, implica una serie de cambios esenciales y profundos, de los que el Comandante nos habla en estos pasajes de su verbo sencillo y claro que seleccionamos para ustedes. Nos habla del necesario seguimiento a las obras de gobierno por parte de funcionarias y funcionarios públicos, que debemos prescindir de la cómoda privativa del horario cuando se trata precisamente de servir con eficiencia a la Revolución a que nos debemos; nos habla del saneamiento de las aguas, para el consumo y para el riego, de las estrategias comunitarias para su manejo, de la crisis de este recurso en el mundo, producto del desarrollismo; de la economía como una ciencia viva y por tanto susceptible de ser creada; de la visión integral de la salud, del cuerpo, la mente y el espíritu, para todo el pueblo, sin discriminación; de la importancia de la lectura, pero no solo la lectura de libros, sino la del mundo, la profunda, para que no nos engañen; de los peligros que entrañan el corrientismo, el desviacionismo, el infantilismo y el conservatismo en una revolución, lo que no indica temer a la crítica o evitar la autocrítica; de la contracultura del machismo, del hembrismo, de la discriminación racial; del poder que tienen las lenguas ancestrales para la lucha cultural y contrahegemónica, como portadoras de miles de años de historia de nuestro pueblo; de lo afirmativo venezolano; del Poder Popular, de lo bello.
Para que las palabras Bolivarianismo, Patria, Revolución, Socialismo, Solidaridad, Educación, Trabajo, Comuna, Amor, no se queden vacías o en el olvido, “el pueblo no puede callar”, la repetición de algunas de estas ideas del Comandante, en este libro y en la calle son necesarias siempre. Presentamos entonces al país este libro con la ambición de que su lectura signifique un campanazo a nuestras conciencias, en este momento histórico, cuando el imperio insiste, con muchos recursos y desafueros, en acciones desestabilizadoras en contra de la paz y de la soberanía de nuestra Patria.
¡Alerta! Conmemoremos y recordemos al Comandante. Sí. Pero no basta el rito: leámoslo, estudiémoslo, imitémoslo… Para que nuestros hijos, hijas, nietas y nietos puedan decir, con certero verbo: ¡Chávez Vive! ¡Chávez Vive! ¡Chávez Vive!”
J.R.C.