La Fundación Editorial El perro y la rana te invita a la presentación del libro digital Árboles, crónicas de una ausencia, una compilación hecha por Trino Borges en torno a la obra dispersa de Enrique Bernardo Núñez, en la cual expone su peculiar perspectiva y relación con los árboles.

 

La preocupación ambientalista, junto a la conciencia ecológica y comunitaria, cobró impulso en la obra escrita de Núñez desde sus inicios, corporeizándose en varias de sus obras: Viaje por el país de las máquinas y Bajo el samán, solo por nombrar algunas. La voz de Enrique Bernardo Núñez da testimonio de una época de transición, un paso decisivo donde el paisaje venezolano fue transformándose mientras se hacían cada vez más presentes la cabilla y el concreto. El tema central en esta compilación no es la dimensión natural, de por sí grandiosa, del paisaje venezolano, sino el mundo social de los hombres y las relaciones establecidas por este, “el sujeto social y el colectivo”. Las plantas hacen acto de presencia incorporándose en la historia y los acontecimientos, tanto en los extraordinarios como en los cotidianos. Se puede leer entre líneas, en los diferentes artículos que conforman la selección, la idea del progreso y el desarrollo modernistas, el cambio de una economía agrícola a una economía saudita, las migraciones del campo a la ciudad y los correspondientes cambios físicos, psíquicos y sociales que repercutieron sobre el sentir criollo.

Desde esta perspectiva también podemos leer la razón de su subtítulo: “Crónicas de una ausencia”. Las cosas forman parte esencial de la memoria colectiva y ahí están también los árboles, porque en ellos están fijados los signos del transcurrir, del devenir. Los árboles también son signos, suerte de documentos en los que quedaron marcados los pasos de personas y donde podría decodificarse su comportamiento y el desplazamiento apremiante de la “cultura del progreso”.

 

 

Como consecuencia de la visión histórica del autor y de su concepción de pueblo, los árboles no son retratados en su individualidad, sino, por el contrario, aparecen integrados e impregnados de lo que sucede en la realidad venezolana, especialmente en el escenario urbano, en las capitales, y con más relevancia en Caracas. En 1948, a propósito de su ingreso como miembro de número por la Academia Nacional de la Historia, diría las siguientes palabras: “La historia de Caracas, de Venezuela, en los últimos cincuenta años, puede escribirse a la sombra de sus árboles cortados”. Es por eso que estas crónicas son por un lado, la historia de esa ausencia, de esa carencia o minusvalía; pero por otro y para bien de nosotros que pertenecemos a generaciones posteriores, son el resguardo de esa misma memoria que desde la perspectiva histórica seguirá integrándose bajo la mirada tejedora de la cultura, nuestra cultura.

 

 

La presentación de esta obra será una de las distintas actividades que desarrollará la Fundación Editorial Escuela El perro y la rana en la Feria del Libro de Caracas. La invitación es para el lunes 24 a las 5:00 p.m., en la sala Fruto Vivas. Ahí disfrutaremos de las palabras de Trino Borges, compilador, quien por más de treinta años se ha dedicado al estudio, a la investigación y a la formación de docentes en las áreas de política, geografía y literatura. Por su destacada labor cultural, el Consejo Legislativo del estado Mérida le otorgó la Orden Doctor Tulio Febres Cordero en su Primera Clase. Es muy apreciado por ceder dos bibliotecas para la creación del Núcleo de Investigación Lingüística y Literaria de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, de Barquisimeto, y al Centro Cultural El Costurero de los Sueños, ubicado en la comunidad de Santa Elena, estado Mérida.

 

 

 

 

 

(T/Juan Carlos Torres, editor de la FEEPR)

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